5
Nadie debe arrepentirse de nada, de ahí en adelante esa fue mi creencia, mi gran creencia número uno.
El futuro puede conllevar varías cosas al igual que el pasado, pero lo que importa ahora es el presente, no debemos arrepentirnos por cosas que sucederán o sucedieron.
Estaba con Helen en mi habitación, pintandonos las uñas y maquillandome.
Ella siempre había sido buena conmigo, me había preguntado por qué me dejaba maquillar y hacer cosas “femeninas”.
Eso me causó un miedo gigante, no sabía realmente qué hacer, así que decidí hacer lo siguiente:
•Las cosas no tienen género, no se dividen en femeninas ni masculinas.
Al segundo salí enfadado, con demasiado miedo en realidad, fingiendo un gran enfado con ella.
En el vacío pasillo por el toque de queda de el departamento universitario, encontré en la ventana una figura un poco borrosa, al abrir mejor los ojos llorosos, vi que era Noah.
Al verlo empecé a llorar y corrí a su lado.
•Noa…
•Kai, ¿has estado bien?
•Noa, no digas ese nombre.
•¿Qué pasa, Cu?
En ese momento revele mi secreto más preciado a un completo extraño, algo que había escondido por años en lo interior de mí, algo que no pensaba revelar nunca más.
•Soy género fluido.
•Hm, está bien, sabes, a veces nos apretamos tanto por aprender de nosotros y ponernos una etiqueta, que nos olvidamos de quién realmente somos, y cuando nos descubrimos, sentimos la obligación de decirles a todos qué y cómo somos, pero no debemos explicaciones instantáneas, tenemos tiempo y ni siquiera las debemos, todo está bien.
No pensé que sería tan simple, cuando le conté a mi madre, ella no me tomaba en serio, y cuando mi hermano se enteró, me llamó trastornada por ser trans.
La única persona que me aceptó fue mi hermana, pero ahora estamos distanciadas y peleadas.
Al instante de esas dulces palabras de “Está bien” mientras se asomaba por una ventana, asentí y casi estuve a punto de llorar por la emoción.
Él me había explicado sobre cómo el autodescubrimiento era, por fin lo entendía.
Fueron momentos de silencio, hasta que sentí que alguien se acercaba corriendo y llorando, rápida le dije a Noa “Con permiso” y me retiré.
Era Helen, estaba llorando.
•Lo siento, lo siento, no quería decir nada malo, no quiero perderte tampoco.
•Oye, oye, no me vas a perder, estoy aquí y lo siento yo, te he ocultado algo y por eso me he enojado, no por ti, por mí.
•¿Has… ocultado algo?
Al momento, le expliqué todo de mí y me abrazó, un abrazo tan dulce que se sentía único, único en amor.
•No me enfadaría por eso, te quiero por quién eres, no por cómo eres, ¿hay algún nombre con el que preferirías qie te llamará?
•Por ahora… no.
En ese instante mi miedo desapareció, y cuando regresé para ver a Noa, él ya se había ido.
6
Era de tarde, tomábamos té con Helen, nunca me había sentido tan tranquila en un día así, por fin un ambiente relajado, nada más triste ni caótico, y cuando estaba mal, no necesitaba mucho, con un tiempo conmigo estaba bien.
Era una tarde nevada, el frío estaba arrasando todo, aunque ni siquiera habíamos aun llegado a invierno, estábamos de vacaciones, hace poco habíamos terminado el semestre.
En un instante, Helen recibió una llamada, y casi se puso a llorar, su familia en Venezuela estaba bien, pero su abuela había muerto, ella tuvo que tomar un vuelo rápido a Venezuela, dejándome sola en el departamento.
De repente, empecé a pensar en cómo la fugacidad de la vida era inmensa, las cosas vienen y no para quedarse, un simple momento se transforma en un recuerdo, y las personas en experiencias devastadoras, los pensamientos instructivos llegaban a mi cabeza y todo se perdía, me dolía todo, porque era 21 de Noviembre, el día en que conocí a la primera persona que me enamoró.
Era un chico espectacular, su sonrisa era como un abrazo fraternal y cálido, en sus brazos encontraba mi hogar y en su voz la tranquilidad que siempre había soñado.
En mi casa, las cosas eran caóticas, mi hermano pasaba por una depresión, él había sido mi hermano, mi figura masculina más importante de pequeña, a quien admiraba ser.
Por esa misma depresión se metió en asuntos de traficar dr0 gas, al año salió 6 decidió convertirse en un religioso, y por eso mismo, no me aceptaba a mí y decía que yo no era de dios.
Este chico fue un cálido rayo de luz en mi vida, un brillo entre toda la tormenta.
Las personas que más marcas sólo se van a los extremos, o son muy buenas, o son muy malas.
Mi padre, de pequeño, me había dejado, él fue el primero, la primera marca negativa.
Después, cuando iba en sexto grado, establecí una amistad con un chico de 2do año de secundaria, esa fue mi decadencia.
Esa persona brillaba, pero no por sus virtudes, sino por sus mentiras, a los pocos meses de conocernos él había ampliado mi mundo, pero al poco tiempo, también lo derrumbó.
Regresando a la historia, ese chico me dejó devastado, pero este otro chico me recogió y con sus virtudes, purificó mi alma.
Extrañaba sus besos en la nariz, sus abrazos especiales, su voz y su risa.
Recuerdo aún cuando me dijo “Eres muy especial para mí, más que otros” pero lamentablemente, no era de la misma forma que él era para mí.
Un 21 de noviembre nos acercamos, estuve 2 años enamorado de él hasta que me confesé, sé que también fue mi error al no decirlo altiro.
Cuando le dije lo que sentía, probablemente sintió incomodidad y empezamos a bromear por eso, fue horrible.
Aunque a pesar de eso, aún lo amo, es mi amigo, pero lo amo con todo mi corazón, porque ese grupo de personas igual de raras que yo, es donde pertenezco y siento que me valoran.
Mientras recordaba todos los problemas en mi vida, empecé a sentir una presión otra vez en mi pecho, había olvidado mis medicamentos y no podía tomarlos ahora, de repente vi un cuchillo y se me pasó por la mente la idea de acabar con toda la fugacidad de mi vida en ese instante.
7
De repente, siento un toque en la puerta, era desesperado, ya era de noche, ¿quién podría ser?
Al abrir, vi a Noa frente a mí, estaba completamente agitado y me abrazó al llegar.
•Algo me decía que estabas mal.
Me puse a llorar al instante de escuchar esas palabras, casi nunca nadie socorria por mí al estar mal, pero él vino directo a mí y me abrazó.
Solté el cuchillo de mi mano y lo abracé de vuelta.
Para despejarnos, decidimos salir a un parque, afuera de la universidad, nos escabullirse a pesar del toque de queda y mal clima.
Al llegar, todo estaba cubierto de nieve, empezamos a tirarnos bolas de nieve, él y yo éramos buenos, a él no le llegaban y a mí no me alcanzaban jamás, aunque pasarán muy cerca mío.
Decidimos ir por un chocolate caliente, al regresar con él, nos sentamos debajo de un árbol escondido y empezamos a conversar.
•Oye, Noa, te quería dar las gracias.
Él, con sus simples acciones me abrazó, en su cálido abrazo me quedé dormido.
8
Al despertar, me encontraba en la camilla de un hospital, al lado estaba Helen, junto a la compañía de Mimi, mi hermana, quien hablaba al teléfono con mi madre.
La escuché decir las palabras “Despertó” al teléfono, y al siguiente paso, ella me abrazó, seguida de Helen.
Susurré:
•¿Qué ha pasado?
Y al instante apareció un médico, me dijo:
•Creo que pronto deberás irte a la comisaría por consumo de dr0 gas.
Respondí:
•¿Dr0 gas? Eso jamás lo haría.
•Entonces, ¿cómo explicas haber sido encontrado a las 2 de la mañana en un parque nevado y solo, con un vaso vacío al lado?
•¿Y Noa? ¿Dónde está él?
Helen se sumó a la conversación.
¿Noa? ¿Estabas con él?
•Sí, había salido afuera con él.
Sentí los susurros del doctor y sacó a mi hermana y Helen a la otra sala.
En ese momento me sentí raro, sentía que había cambiado mucho en un año, todo gracias a Noa, quien me había enseñado sobre la vida y más, quien me había apoyado y salvado en mis malos momentos.
Cuando regresaron, escuché al doctor decir “Internenlo”.
Un escalofrío sacudió mi cuerpo, ¿qué había dicho? ¿Qué había pasado?
Mimi me susurró al oído “Estarás bien”
Y así fue cómo me enteré de mis alucinaciones, resultaba que por un año entero, cada momento en el que me sentía mal estaba mi mente me autoengañaba.
9
Después de dos años en un centro, era la hora de salir.
Cambiando mi nombre a Noa, ahora que sí me podía aceptar a mí.
Con un hermoso apellido “Aspetto”
Tiñendo mi largo pelo a azul.
Cambiando mi carrera a medicina para ayudar tal y cómo me habían ayudado, dándome cuentaque tengo un amigo en mí mismo, en ese instante me vi en el espejo y entendí quién era ese tal Noa Aspetto.
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🫶🏻