Parte anterior: El equilibrio de los mundos capitulo 2
Capítulo 3: Nuevos Comienzos y Conexiones
El sol de la mañana iluminaba la Academia Arcana con un resplandor dorado, anunciando la llegada de un día especial. Eira caminaba por los pasillos con una sonrisa en el rostro, sintiendo una mezcla de emoción y felicidad. Su cumpleaños se acercaba, y con él, la oportunidad de celebrar con sus amigos y seres queridos.
La emoción en el aire era palpable. Nyx, con su largo cabello oscuro y ojos celestes, se había encargado de organizar una sorpresa para Eira junto con Zephyr y Nix. La anticipación de la fiesta secreta añadía una chispa extra de alegría a sus días.
Mientras Eira avanzaba por el corredor principal, notó una figura nueva entre los estudiantes. Una chica de su edad, con ojos del color del fuego vivo y cabello rojo sangre, observaba el entorno con una mezcla de curiosidad y confianza. Eira se sintió atraída por la presencia magnética de la nueva estudiante y decidió acercarse.
—Hola, soy Eira —dijo, extendiendo una mano amistosa—. Bienvenida a la Academia Arcana.
La chica sonrió, mostrando una fila de dientes blancos y perfectos.
—Gracias, Eira. Me llamo Aurora —respondió, estrechando la mano de Eira con firmeza—. Es un placer conocerte.
Eira sintió una conexión instantánea con Aurora. Había algo en su mirada y en la forma en que se comportaba que la hacía sentir cómoda y comprendida.
—¿Cómo te está yendo en tu primer día? —preguntó Eira mientras caminaban juntas hacia el aula.
—Es un poco abrumador, pero también emocionante —admitió Aurora, sus ojos brillando con entusiasmo—. Estoy deseando aprender todo lo que pueda sobre la magia.
La conversación fluía fácilmente entre ellas, y Eira se sorprendió de lo rápido que se sentía conectada con Aurora. Entraron juntas en el aula y se sentaron una al lado de la otra, listos para la lección del día.
Sin embargo, la tranquilidad de la mañana se vio interrumpida cuando Amateurs apareció en el pasillo durante el recreo. Su actitud arrogante y su mirada despectiva dejaron claro que estaba buscando problemas. Eira sintió un nudo en el estómago al verlo acercarse, temiendo otro ataque.
—¿Qué tenemos aquí? —dijo Amateurs con una sonrisa burlona—. La mestiza y su nueva amiga.
Eira intentó mantenerse calmada, pero Aurora dio un paso adelante, enfrentándose a Amateurs sin miedo.
—Déjala en paz, Amateurs —dijo Aurora, sus ojos brillando con una intensidad peligrosa—. No tienes derecho a tratar a Eira de esa manera.
Amateurs soltó una carcajada.
—¿Y quién va a detenerme? ¿Tú? —se burló, levantando una mano para lanzar un hechizo.
Antes de que pudiera hacer nada, Nix apareció al lado de Aurora, sus ojos celestes fijos en Amateurs.
—Sí, nosotros —dijo Nix, con una firmeza inquebrantable.
Aurora y Nix actuaron al unísono. Aurora lanzó un hechizo de protección, creando un escudo mágico alrededor de Eira, mientras Nix conjuraba un rayo de energía que desarmó a Amateurs, haciéndolo retroceder con una expresión de sorpresa y furia.
—¡Esto no ha terminado! —gritó Amateurs antes de alejarse, su orgullo herido.
Eira dejó escapar un suspiro de alivio, agradecida por la intervención de Aurora y Nix.
—Gracias, Aurora. Gracias, Nix —dijo Eira, mirando a sus amigos con gratitud.
Aurora le sonrió y le puso una mano en el hombro.
—Para eso están los amigos —respondió Aurora con calidez.
La tarde transcurrió sin más incidentes, y Eira se sintió más cercana a Aurora. Al final del día, descubrieron que eran compañeras de cuarto, lo que llenó de alegría a ambas.
—¡No puedo creer que vayamos a ser compañeras de cuarto! —exclamó Eira mientras entraban en su habitación compartida.
Aurora sonrió, dejando su mochila en la cama.
—Sí, será genial. Así podremos hablar y conocernos mejor.
Las dos chicas se sentaron en el suelo, rodeadas de libros y objetos personales, y comenzaron a hablar sobre sus vidas. Eira contó historias sobre su infancia, sobre sus madres Morgana y Emily, y sobre sus amigos en la academia. Aurora, a su vez, compartió relatos sobre su familia, sus aspiraciones y los motivos que la habían llevado a la Academia Arcana.
—Siempre he querido ser una hechicera poderosa —confesó Aurora, sus ojos del color del fuego vivo brillando con determinación—. Quiero aprender todo lo que pueda y hacer una diferencia en el mundo.
Eira asintió, sintiendo una profunda admiración por Aurora.
—Estoy segura de que lo lograrás —dijo Eira—. Tienes una gran fuerza y determinación.
Aurora sonrió, agradecida por el apoyo de Eira.
—Gracias, Eira. Me alegra haber encontrado a alguien como tú aquí.
Las dos chicas continuaron hablando hasta altas horas de la noche, compartiendo sueños, esperanzas y temores. La conexión entre ellas se fortalecía con cada palabra, y Eira se sintió afortunada de haber encontrado a una amiga tan especial en Aurora.
Mientras se preparaban para dormir, Eira reflexionó sobre los eventos del día. A pesar de los desafíos y las amenazas de Amateurs, se sentía más fuerte y más apoyada que nunca. Sabía que con amigos como Zephyr, Nix, Nyx y ahora Aurora, podía enfrentar cualquier cosa que la vida le arrojara.
Y mientras cerraba los ojos, Eira se permitió un momento de tranquilidad, sabiendo que no estaba sola en su lucha y que tenía personas increíbles a su lado. La Academia Arcana no solo era un lugar de aprendizaje mágico, sino también un hogar lleno de amistades y conexiones profundas que la ayudarían a superar cualquier adversidad.