Carlos Alberto Tevez, o simplemente “Tevez”, es uno de los jugadores más letales que nos ha dado Argentina. Pero su historia es todo menos sencilla.
Nacido en uno de los barrios más peligrosos de Argentina, llamado “Fuerte Apache”, se crio con su padre y sus tíos; toda su familia vivía en ese barrio inseguro. Su madre lo abandonó a los pocos meses, justo después de que fue internado en el hospital siendo un bebé de pocos meses, por caerle agua caliente encima, provocándole grandes cicatrices permanentes.
Pero esto no acaba allí, sino que a la corta edad de 5 años, el joven Carlos se tuvo que enterar de que su padre había fallecido tras recibir 23 balazos en una discusión de su barrio, teniendo que ser criado por sus tíos durante su dura infancia.
Aunque el fútbol poco a poco fue apareciendo en su amarga vida para poder disfrutarla un poco… pues era lo único que lo podría alejar de su barrio, teniendo un gran desempeño en marcar goles y soportando las más duras patadas mientras estaba en All Boys, hasta que la vida de Tevez cambiaría completamente, gracias al interés del gigante del continente, “Boca Juniors”; pudiendo salir del barrio por un momento, mientras veía a sus amigos de la infancia que terminaron muertos (Censúralo) o en la cárcel por estar metidos en negocios del barrio.
Pero esto no detuvo el hambre de gol de Carlitos, que tras un par de temporadas en el banco, con el regreso de Bianchi logró ser titular y marcar gol en la final de la Libertadores 2003 para darle el título a Boca. Tras ese excelente año, tuvo un traspaso importante al fútbol brasileño, hacia el Corinthians, con el gran dinero que utilizó para comprar 14 casas y sacar a su familia del Fuerte Apache; el resto… es historia.
Se fue al fútbol inglés con un paso por el West Ham, donde una temporada le bastó para ser comprado por el gran Manchester United, donde ganaría la orejona convirtiéndose en uno de los pocos argentinos en ganar Libertadores y Champions. Luego se fue al City, donde tuvo problemas con el entrenador, yéndose hacia la Juventus y luego volvió a Boca, el club de sus amores. Pero tuvo que irse a China a jugar durante un año, y la distancia lo mataba, volviendo al club que lo vio nacer, Boca Juniors, para pelear sus últimos años en el fútbol, retirándose tras la muerte de su tío, al cual consideraba su fan N°1 y su padre adoptivo, tras un fuerte caso de coronavirus.
Su vida, sin dudar, es un ejemplo de superación, donde un pibe de barrio con botines prestados pudo hacerle honor a su apellido convirtiéndose en alguien mejor que cualquiera de las malas influencias de su barrio, volviendo por amor a su club y estando en las buenas y en las malas. Dándole honor a su selección en varios mundiales y compartiendo vestuario con grandes jugadores, simplemente, el Apache 
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Y asi… termino la historia del cumpleaños, del futbol…
